Recuperando el futuro perdido

Año 2721. El planeta Tierra había sido devastado casi por completo por los robots, que se rebelaron contra sus creadores e iniciaron una guerra a muerte. Con su victoria, el planeta fue llevado a una oscura época llena de miedo para las personas.

Había, entre esa gente, un grupo de chicos dispuestos a cambiar eso: Edward, un muchacho muy inteligente; Anne, una chica amante de la tecnología; Sandy, una niña que prestaba mucha atención a los detalles; Louis, quien siempre veía el lado positivo de las cosas; y Thomas, un chico que cumple todo lo que se propone.

Una noche, de la nada, se les ocurrió el plan que salvaría a la humanidad.

Fueron a hablar con el profesor Lindow y lo convencieron de ayudarlos con su plan, haciendo que este los llevara a la superficie.

—Bienvenidos —dijo, una vez abrió la “puerta a la salvación”.

Todo era distinto a las tristes celdas que conocían, incluso la tecnología que tenía emocionada a Anne.

Luego, Lindow les explicó que alguien más los iba a cuidar, y les señaló a una chica.

— ¡Hey, Mayday! —la llamó. Tenía el cabello azul y lucía joven.

El profesor le explicó lo que iban a hacer los chicos, y le dijo que debía cuidarlos muy bien, aunque no se iría por mucho tiempo.

Pasaron unas horas. Junto con Mayday, los chicos habían descubierto el sistema “Droitect”, del que se tendrían que aprovechar para lograr su objetivo.

Se dirigieron al laboratorio pasadas unas horas, después de volver a reunirse con Lindow. Mientras esperaban a que algo sucediera, un robot los encontró. Lindow les gritó que corrieran, y así tuvieron que hacerlo, dejándolo encargarse de los robots.

Tuvieron que volver a esperar cerca de una hora para volver. Como pasó el tiempo, creyeron que Lindow había sido capturado. En ese momento, un robot activó el sistema, abriendo la puerta electrónica.

Se apresuraron a entrar, y los robots se dieron cuenta de eso, agrupándose cerca de los chicos.

Thomas y Louis dijeron que, junto con Sandy, podían encargarse de ellos, así que Mayday ayudó a Anne y Edward a llegar a la sala de control. Había un par de puertas, y una enorme computadora.

La mayor le explicó rápido a Anne cómo funcionaba la máquina, y unos segundos después, encontró una carpeta llamada “CODEX”, en donde había un archivo llamado “PASSWORD”, siendo allí donde estaba escondida la contraseña para entrar a la sala secreta: “MF1610BRSRK”.

Se la dictó a Edward, y luego dejó todo como estaba. Junto a Mayday, fue con su amigo y entraron a la sala.

—Este botón es el que abre todas las celdas —dijo la joven adulta, mirando a Anne, quien no dudó en presionarlo.

Al salir de la sala, se reencontraron con sus amigos, y con el profesor Lindow, que apenas regresaba de su “conversación” con los robots.

Lindow se colocó junto a Mayday, dejando que los chicos se dieran un fuerte abrazo.

—Buen trabajo, chicos —dijo el profesor, orgulloso de sus muchachos.

Desde ese día, la humanidad dejó de estar bajo el control de las máquinas, y todos querían empezar una vida en paz y tranquilidad. Nadie imaginó que todo fue obra de un pequeño grupo de niños.

Nicole Sánchez.
9no "C"