Hace más de 5.000 años, en las islas Canarias vivía un científico llamado Juan De La Cruz. Este había tenido un retraso mental que le había afectado la inteligencia que cuando joven había tenido; por eso se había ido a vivir a las islas Canarias. Allí se le había ocurrido una loca idea, la de crear unos microchips para controlar la mente de las personas. _“Para mi maravilloso invento necesitaré un ayudante”_dijo Juan. -Iré a la Universidad Nacional de Francia, porque dicen que allí hay muchos científicos buenos, pero no tanto como yo.
Cuando llegó a la ciudad de París se dirigió a la Universidad disfrazado de profesor. Dentro de ella, se encontró con el científico Ewid Delafat. Juan lo invitó a comer, cuando llegaron al restaurante Juan le puso una sustancia en el trago para dormirlo sin que él se diera cuenta. Luego que la sustancia hiciera efecto se lo llevó a las Islas Canarias a su malvado laboratorio.
Al despertar Ewid se preguntó que hacía allí, Juan le dijo: tienes que ayudarme en mi proyecto para controlar a las personas; Juan le explicó su plan a Ewid, aunque este se negó no podía hacer nada.
Al día siguiente comenzaron a trabajar en su malévolo plan. A las tres semanas ya habían hecho más de 300 microchips. _Empezaremos a implantarlos en la ciudad de Roma_, podemos comenzar con sus mandatarios, así controlaré el mundo. Ewid quería hacer algo pero no podía.
Al llegar a Roma se dirigieron a un banquete que está ofreciendo el gobierno de esa ciudad.
En este banquete haría presencia el gobernador y se aprovecharon de que él fue al baño para dormirlo e implantarle el microchip. Ewid conocía a uno de los vigilantes del lugar donde se realizaba el banquete y le contó lo que sucedía, este le dijo que se le escaparan a Juan mientras él implantaba el microchip al gobernador. Ewid aceptó, entonces con mucha discreción se fueron para la casa del vigilante. Allí estuvo Ewid por una semana hasta que pasara el peligro de que Juan lo volviera a encontrar. Después Ewid tomó la decisión de volver a París, luego fue a la Universidad y le contó todo al comité científico que luego se lo hizo saber a las autoridades para que detuvieran al profesor y lo encerraran en un sanatorio.
Pasados cuatro días Ewid se enteró que habían capturado a Juan; este sintió muy tranquilo porque sabía que el peligro había pasado. Después de un mes, Ewid continúo con su proyecto científico en la Universidad, y así todo volvió a la normalidad.
Cuando llegó a la ciudad de París se dirigió a la Universidad disfrazado de profesor. Dentro de ella, se encontró con el científico Ewid Delafat. Juan lo invitó a comer, cuando llegaron al restaurante Juan le puso una sustancia en el trago para dormirlo sin que él se diera cuenta. Luego que la sustancia hiciera efecto se lo llevó a las Islas Canarias a su malvado laboratorio.
Al despertar Ewid se preguntó que hacía allí, Juan le dijo: tienes que ayudarme en mi proyecto para controlar a las personas; Juan le explicó su plan a Ewid, aunque este se negó no podía hacer nada.
Al día siguiente comenzaron a trabajar en su malévolo plan. A las tres semanas ya habían hecho más de 300 microchips. _Empezaremos a implantarlos en la ciudad de Roma_, podemos comenzar con sus mandatarios, así controlaré el mundo. Ewid quería hacer algo pero no podía.
Al llegar a Roma se dirigieron a un banquete que está ofreciendo el gobierno de esa ciudad.
En este banquete haría presencia el gobernador y se aprovecharon de que él fue al baño para dormirlo e implantarle el microchip. Ewid conocía a uno de los vigilantes del lugar donde se realizaba el banquete y le contó lo que sucedía, este le dijo que se le escaparan a Juan mientras él implantaba el microchip al gobernador. Ewid aceptó, entonces con mucha discreción se fueron para la casa del vigilante. Allí estuvo Ewid por una semana hasta que pasara el peligro de que Juan lo volviera a encontrar. Después Ewid tomó la decisión de volver a París, luego fue a la Universidad y le contó todo al comité científico que luego se lo hizo saber a las autoridades para que detuvieran al profesor y lo encerraran en un sanatorio.
Pasados cuatro días Ewid se enteró que habían capturado a Juan; este sintió muy tranquilo porque sabía que el peligro había pasado. Después de un mes, Ewid continúo con su proyecto científico en la Universidad, y así todo volvió a la normalidad.
hecho por el estudiante: Lucas Velásquez 9noB
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